Por Raúl Rodríguez Cortés
A media mañana del pasado jueves 20 de diciembre, ninguno de los tres aspirantes a suceder al ministro en retiro José Ramón Cosío, logró en el pleno del Senado la mayoría calificada requerida para su nombramiento. El que más tuvo, 76 votos, fue Juan Luis González Alcántara Carranca. Le faltaban seis para los 82 necesarios.
Se abrió entonces un receso de hora y media en el que hubo una reunión a puerta cerrada de González Alcántara Carrancá con los senadores del PAN, convocados por el líder de la fracción, Rafael Moreno Valle Rosas. Él convenció a sus correligionarios de que el aspirante a ministro de la Corte con el que estaban reunidos era la mejor opción de la terna propuesta por el presidente López Obrador.
Detrás de ese respaldo no sólo estaba el reconocimiento de una prestigiada trayectoria judicial, sino la sólida relación política y personal fincada a través de Víctor Carrancá Burguet (primo hermano del aspirante a ministro), quien fuera fiscal general cuando Moreno Valle Rosas gobernó Puebla y quien se integró al equipo con todo el apoyo del empresario Rafael Moreno Valle Suárez, padre del entonces mandatario poblano.
La segunda ronda de votación dio un giro. Ya con el sostén de varios senadores panistas, González Alcántara Carrancá logró 114 votos de los 124 legisladores presentes en el pleno.
Fue en ese momento en el que prácticamente se decidió la sucesión en la presidencia de la Corte, que tendría lugar trece días después y que recaería en el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Antes de la designación, González Alcántara Carrancá, el hoy presidente del máximo tribunal, ya traía el apoyo de sus pares Norma Lucía Piña Hernández, Javier Laynez y Fernando Franco. Se sabía de antemano que el ministro recién designado se sumaría a ese grupo.
Al día siguiente de la designación senatorial, el viernes 21 de diciembre se sumaron al bloque Margarita Luna Ramos y Eduardo Medina Mora. Esos votos y el que Zaldívar emitió para sí, sumaban los siete que finalmente lo convirtieron, el miércoles 2 de enero pasado, en el ministro presidente.
¿Qué motivó la reacción, tan inmediata, de Luna Ramos y Medina Mora? Dicen los que saben que se enteraron de lo dicho en la encerrona del 20 de diciembre en el Senado con Moreno Valle Rosas y el grupo parlamentario del PAN. ¿Qué exactamente?
Que contra lo que se decía —argumento central del líder de los senadores blanquiazules—, Zaldívar no era el candidato de AMLO, ni su consejero jurídico, Julio Scherer Ibarra, operaba a favor de él. Que AMLO prefería un presidente de la Corte con el cual confrontarse permanentemente, pues ese es su estilo de hacer política: administrar el conflicto, con resultados favorables hasta ahora. Que tras el último informe del ex ministro presidente Luis María Aguilar, el pasado jueves 13 de diciembre, AMLO giró la instrucción precisa de sacar las manos de la elección en la Corte. Y que, si bien el perfil progresista de Zaldívar lo hacía proclive al diálogo y al entendimiento con los otros poderes, su actuación en la Corte dejaba ver que tenía el tamaño y el prestigio para plantarle cara a López Obrador, como lo hizo en varios momentos con Felipe Calderón, quien lo propuso para el máximo tribunal, pero al que hizo enfurecer con sus resoluciones sobre los niños quemados de la guardería ABC, la libertad a la francesa Florence Cassez y la legalización de la mariguana.
La mañana del miércoles pasado, en la reunión privada de lo que se conoce como el ante pleno, la victoria de Zaldívar estaba cocinada. Luis María Aguilar lo sabía, pero desdeñó el planteamiento de resolver la elección con voto unánime para bien del Poder Judicial. Por eso votó por quien siempre fue su candidato, Jorge Mario Pardo Rebolledo, mientras que Alberto Pérez Dayán lo hizo por Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. 7-2-2 el conteo final.
Pero Moreno Valle Rosas ya no pudo ver el resultado de su última operación política. El mediodía del lunes 24 de diciembre se mató con su esposa al caer el helicóptero que los traía a la Ciudad de México.
Instantáneas:
1. OSTRACISMO. El alto mando del Ejército concluyó la reubicación de su plana mayor. El general Inocente Prado López, ex comandante del Cuerpo de Guardias Presidenciales, quedó a disposición de la Sedena, mientras que el general Roberto Miranda Contreras, ex jefe del Estado Mayor Presidencial, no aparece en la lista de cambios o nuevas asignaciones, según información del blog EstadoMayor.mx. ¿Los congelaron?
2. CONFIANZA. De acuerdo con el Banxico, el gobierno logró el reingreso de 25 mil millones de dólares en bonos del tesoro. El mercado lee este dato como señal de confianza de los inversionistas extranjeros, tras la volatilidad provocada por la cancelación del NAIM.
3. PROTESTA. Trabajadores sindicalizados del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México convocan a una manifestación para el lunes, a las 10 am. Si va a volar, tome sus precauciones.
EL Universal