«Mujeres Inquebrantables» tiende mano amiga a Belem

Toluca, EDOMEX.- Belem es una mujer que ha dejado atrás un pasado lleno de desesperanzas y miedos; por mucho tiempo su vida estuvo marcada por acontecimientos no planeados que frenaron sus sueños y aspiraciones, y al intentar afrontar toda adversidad, parecía que la sociedad sólo le daba la espalda.

Pero hoy gracias a la mano amiga que le extendió Esmeralda de Luna, Belem ha comprendido que de cualquier tropiezo, siempre hay mil formas para levantarse  y seguir adelante.

Al igual que ella, existen muchas mujeres, algunas violentadas en todas las formas al interior de lo que llaman hogar y  otras  que por  deprivación sociocultural, prefieren permanecer en un entorno aislado y callar por prejuicios lo que les acontece; pues para todas aquellas la Alianza  de «Mujeres  Inquebrantables» ha abierto un espacio denominado «Cosiendo Libres»; ahí, Belem no sólo ha encontrado un grupo para compartir  su  experiencia de vida, sino que le ha permitido liberarse y explorar nuevas puertas de oportunidades.

Belem recuerda que en su estado de reclusión, añoraba salir y abrazar a su familia y volver a convivir con antiguas amistades, sin embargo, al otorgársele libertad condicional, se enfrentó a otra realidad, el rechazo social.

«Este proyecto de Cosiendo Libres  me ha hecho como su nombre lo indica, libre, porque mi mente ve con más claridad; el Taller me alivia de todo lo que traía dentro de mí, me hace olvidar el resentimiento y el rencor  que en por un tiempo no sabía cómo manejar», expresa de forma abierta  y optimista.

Ya soy libre, aunque esté preliberada, mi máquina de coser me ha ayudado tanto y cada pedacito de mi ser que yo destrocé lo estoy remendando poco a poco, es lento, pero voy aprendiendo día con día, y claro que aprovecho la oportunidad que me dan y que me brindo yo misma, refiere Belem, al mostrarnos con orgullo  el reconocimiento que la presidenta de «Mujeres Inquebrantables» le otorgó tras haber cursado el Taller de Confección de Prendas en la delegación de San Pablo Autopan.

«No me queda más que agradecer  a Esmeralda de Luna y a Dios, y por supuesto a las personas que trabajan en este proyecto, sin olvidar a las mujeres sin recursos, sin oportunidades y sin estudios, porque está es una oportunidad de vida que compartimos».

Author: Entidad MX